martes, 18 de junio de 2013

El misterio infinito de la vida privada

Lo indescifrable, casi lo inexplicable, el inacabable misterio de la vida privada y los círculos concéntricos que desembocan entre las salas y las habitaciones del territorio de la intimidad conforman el fascinante universo en blanco y negro de Emmet Gowin (Danville, Virginia, 1941). Un universo cuya carga poética lo convirtió en uno de los fotógrafos más importantes de la segunda década del siglo XX. Ese universo se despliega ahora en las salas de la Fundación Mapfre de Madrid, en lo que supone la primera exposición española de todo un clásico en vida de la fotografía.
El autor estadounidense conoció a su esposa, Edith Morris, durante el otoño de 1960. Gowin estaba ya interesado por la fotografía. Le fascinaban la naturaleza y los ciclos de la vida. Pero después de conocer a Edith su cámara ya no pareció encontrar ningún objetivo mejor. Casados en 1964, durante más de dos décadas, Edith y su mundo son los protagonistas absolutos de la obra de Gowin. De frente, de espalda, en camisón, con traje de fiesta, desnuda, embarazada, sola, con la familia...
Alto, atractivo, con una pequeña cámara Sony colgada al cuello y dueño de una voz que recuerda a los grandes actores del Hollywood dorado, Emmet Gowin explicaba ayer en las salas de la exposición cómo un día decidió elegir a su mujer y a su familia como tema central de sus composiciones, porque todo lo que le interesaba estaba ahí, delante suyo. “La mayor parte de estas fotografías”, contó, “las hice durante los años que duró la guerra de Vietnam; algún crítico me dijo entonces que mi trabajo tenía algo de incestuoso. Pero yo buscaba algo que ofrecer a la gente y no había nada mejor que las imágenes de mi familia. Descubrir lo mucho que amaba a mi mujer fue una reafirmación de lo que era importante en mi vida, de lo que de verdad era precioso para mí. Pensar en sus familias era también un motivo por el que los soldados anhelarían volver del frente”.
Pero si la exposición, incluida en el programa general de PHotoEspaña, arranca y cierra con hermosisímas series dedicadas a su mujer, en medio hay muchos más temas. Comisariada por Carlos Gollonet, responsable de fotografía de la Fundación Mapfre, la muestra acoge 180 trabajos realizados en blanco y negro, salvo la serie dedicada a paisajes de Andalucía, realizada expresamente para esta su primera cita española.
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