Al tratarse de un tipo de consumidor acostumbrado a hacer lo contrario de lo que se le dice, la agencia Cheil Spain decidió hacer también lo contrario de lo esperado y en lugar de abrir sus puertas, cerró el espacio Vodafone del centro comercial con una pared opaca de ladrillo. De esta manera lo único que era visible para el visitante era el eslogan de la campaña, “No te pierdas nada”, y un teléfono adosado a la pared.
Como estímulo para atraer la atención del visitante, el teléfono sonaba cada cierto tiempo y, una vez que alguien lo descolgaba, una voz misteriosa le indicaba un código numérico que debía marcar en el teclado del teléfono. Así se activaba un mecanismo que hacía desaparecer el muro de ladrillo, permitiendo el paso hacia el interior de la tienda. El acceso al espacio permitía descubrir y experimentar la marca Vodafone yu al completo, e interactuar con ella mediante actividades como la decoración de camisetas o dibujando su propia silueta, además de un DJ y personal de Vodafone que repartió hasta 900 tarjetas SIM entre los asistentes.
Fuente: Marketing News
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