Hoy, con motivo del verano
2014, os traigo una de las canciones que sin duda marcó mi infancia: El Venao. Recuerdo
escuchar esta canción en la radio del viejo coche de mi madre cada día de la
semana durante todo un verano, en el momento de subir por las tardes a la
piscina. El tema fue muy sonado en los años 90 y tuvo una muy buena recepción
por parte del público, al igual que el grupo creador llamado “Los Cantantes”.
Es Ramón Orlando, un
dominicano que con sólo 14 años de edad ya comenzó a componer merengue durante
los años 80, quien funda el grupo de música, comenzando así a tener éxito en
todo Chile, y extendiéndose este éxito hasta España. A los dos años, el grupo
se separó, y 20 años después, El Venao sigue siendo una de las canciones que
más se escuchan en verano –especialmente en las discomóviles de las fiestas de
los pueblos- y pese a no tener una letra brillante, todo el mundo la baila y la
disfruta coreándola (no haga caso esa jugada son rumores, son rumores...)
Tan sólo un año antes,
Proyecto Uno lanzaba al mercado una canción que tuvo un éxito similar -tan sonada
fue que el año pasado Henry Méndez presentaba su propia versión cuando la
canción parecía quedarse en el olvido-. Después de escucharlas cada verano hasta
3 o 4 veces por noche, al final se les acaba cogiendo cariño.
El Venao nos cuenta la
historia de un cornudo, un hombre que desconoce que su mujer le está engañando
y que además tiene que soportar las burlas del resto de la gente. Os dejo parte
de la letra para los que no sepáis de qué hablo.
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