martes, 11 de febrero de 2014

McDonald’s saca su varita mágica y logra que los adultos se sientan niños otra vez en sus restaurantes


Los niños son bastante fáciles de contentar. Basta un pequeño gesto para conseguir dibujarles una sonrisa en el rostro. Para un niño el simple hecho de poner el pie en un restaurante McDonald’s es, por ejemplo, motivo de alegría.
La cosa cambia por completo, sin embargo, cuando hay adultos en la ecuación. ¿Cómo se logra que un adulto vuelva a sentirse como un niño? Intentar “camelárselo” utilizando trucos infantiles no funciona. Pero, ¿y si fuera posible lograr que el adulto cambiara su manera de mirar las cosas y las contemplara como si de un niño se tratara?
Aunque los viajes en el tiempo son por el momento cosa de ciencia ficción, McDonald’s se las ingenió hace unos meses en Perú para que los adultos volvieran a sentirse niños otra vez en sus restaurantes. Y no lo hizo recurriendo a sofisticados dispositivos para viajar en el tiempo sino haciendo algo tan sencillo, y efectivo, como aumentar la altura de sus mostradores.
De esta manera, la famosa cadena de comida rápida logró no sólo que sus clientes adultos volvieran a mirarlo todo con los ojos de un niño sino que se empezaran a comportar también como tales, dando saltitos sobre el mostrador, poniéndose de puntillas, señalando los productos con el dedo y sobre todo acompañándolo todo de sonrisas, muchas sonrisas.
Para llevar a cabo esta sencilla pero mágica campaña, McDonald’s confió en la agencia peruana Fahrenheit DDB.