jueves, 13 de septiembre de 2012

Un relato de España en retratos

En el tricentenario de su cración, la Biblioteca Nacional acoge una antología de la obra del fotógrafo Juan Gyenes, documentalista de una época.


Solía decir que al médico hay que retratarlo como médico, y al rey como rey. Y así lo hizo, más de un millón de veces. Juan Gyenes, el fotógrafo húngaro que capturó la esencia de la segunda mitad del siglo XX en España, protagoniza una de las exposiciones que celebran el tricentenario de la Biblioteca Nacional de España: una antología que recorre, rostro a rostro, los jalones de su vida y su obra. La institución, que atesora los fondos del artista, cedidos por su familia, y que albergó una de sus primeras muestras, “no podría ser mejor lugar para celebrar esta exposición, que es muy diferente a las que él hacía”, señaló Irenka Gyenes. La hija del artista, fallecido en 1995, fue junto a Fernando Olmeda, comisario y biógrafo, la encargada de presentar ante la prensa Gyenes, maestro fotógrafo, que se mantendrá hasta el 18 de noviembre.

Al rey, Gyenes lo retrató como a un rey, con su reina. Y aquella foto que tomó en 1976 con unos jóvenes Juan Carlos y Sofía se convirtió en la imagen oficial de cabecera de colegios, oficinas gubernamentales e instituciones varias hasta 2007. A Franco lo capturó altivo, firme. Y la efigie, coronada por un ahora irrisorio precio en pesetas, viajó por España y el mundo en forma de sello de correos. “Él siempre trató de realizar fotografías de carácter icónico”, indicó el comisario. Lo que no significa que sus sujetos fueran siempre famosos o reconocidos: él fue, ante todo, un fotógrafo de estudio; uno por el que pasaron familias, niños vestidos de marinero preparados para recibir la comunión o entrañables parejas casaderas.

Hijo de un violinista, Gyenes llevaba, según le gustaba decir, la música en la sangre. Aunque para su desgracia, no en las manos. La fotografía se convirtió así, desde edad temprana, en su vía de expresión artística. En un recorrido eminentemente cronológico, la muestra arranca con algunas fotografías inéditas de un artista que, aún aficionado a sus 16 años, capturaba momentos de la vida en Hungría. Poco más tarde, ya como profesional, archivó en imágenes la vida teatral de su país, una actividad y una pasión que definiría su trabajo a lo largo de toda su carrera, especialmente en su etapa española, donde, solo en el Teatro Real, asistió a 600 representaciones durante 22 años. “Fue el documentalista de una época”, sostiene Olmeda, que es el autor de Gyenes. El fotógrafo del optimismo.


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Fuente: El País




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