La imagen corporativa (Ojo! No confundir con identidad
corporativa) es la seña de identidad de una empresa, es decir, como los consumidores
la conciben; es decir, si nos parece buena o mala, si la atención al cliente es
la correcta, si es difícil comprar on-line en la página web... Pero no sólo la
empresa crea su propia imagen corporativa, sino que también contribuyen a ella
los medios de comunicación, los sindicatos, los periodistas...La empresa, debe
ser capaz de transmitir los valores de una compañía, por lo que requiere un
diseño atractivo para poder captar el interés del público y facilite así las
ventas del producto. Por ello, para lograr una imagen corporativa positiva, se
deben combinar dos conceptos:
Imagen corporativa = La actitud que tienen los componentes
de la entidad empresarial + la identidad visual
La imagen corporativa debe ser coherente con el posicionamiento
de producto o de la marca de la compañía, puesto que cualquier inadecuación
entre la imagen corporativa total y las posiciones de las ofertas individuales
del producto serán confusas para los clientes con su consiguiente pérdida de
rentabilidad.
Dentro de los elementos por los que la imagen corporativa
puede estar compuesta para reconocer quien factura el producto o servicio están:
el logotipo, el eslogan, la marca, el color, la música... entre otros. Incluyendo
también dentro de la imagen de una empresa la misión, la visión y sus valores
empresariales.
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