Según
Wikipedia, la publicidad subliminal es todo mensaje audiovisual que se emite
por debajo del nivel de percepción consciente y que incita al consumo de un
producto.
La
publicidad subliminal nace en 1957, cuando James
Vicary, investigador de mercados introdujo dos frases que aparecían en una
película, en las que se incitaba a comer palomitas y a beber Coca-Cola. Estas
frases se mostraban el tiempo suficiente para grabarse en el inconsciente de
las personas sin que ellas mismas fueran consciente de ello.
El
resultado fue un aumento considerable de las ventas de Coca-Cola y de
palomitas.
En
España está penado por la Ley General de Publicidad que la considera una acción
ilegal. Al no estar bien delimitada la frontera entre la publicidad legal y la
subliminal, a diario se ofrecen mensajes o imágenes que implican o sugestionan
la mente sin ser conscientes.
No
está comprobado la efectividad real de esta técnica persuasiva o
“manipuladora”, ya que posteriormente se realizaron pruebas y estudios en los
que se mostraron que en la mayoría de los casos no influye la publicidad
subliminal. De todos modos, para los expertos impera la premisa de que esta publicidad afectaría a la actitud del
individuo, dependiendo de la personalidad y el estado motivacional del mismo.
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