Parecía un experimento, pero resultó ser una campaña de
publicidad. Muy eficaz, eso sí. Todo empezó con una supuesta investigación
antropológica puesta en marcha por Tatia Pilieva y colgada en YouTube. La idea
consistía en pedir a 20 desconocidos que se besaran por primera vez y grabar el resultado. Muchas
risas nerviosas, bromas e inseguridades iniciales dieron paso rápidamente a
unos besos tiernos, dulces, cariñosos, e incluso, apasionados. Las reacciones
de sus protagonistas parecían tan reales que todos nos sentimos identificados
con la autenticidad de los besos y el vídeo corrió como la pólvora por las redes
sociales. Pero lo cierto es que la marca
de moda americana Wren estaba
detrás del supuesto experimento y nos tememos que los entrañables protagonistas
de lo que ha resultado ser una campaña publicitaria sean actores y modelos
haciendo su trabajo.